Es interesante cómo Internet nos ha facilitado la vida
hasta para hacer mofa y burla a los errores e ineficacias de las personas
además de resaltar también hechos de orgullo, victoria y demás situaciones. Con
esto quiero acercarme más al caso que últimamente le ha dado la vuelta al mundo
y se ha convertido en el tema más hablado y burlado entre los usuarios de las
redes sociales; el error garrafal cometido por una "restauradora" de
obras de arte llamada Cecilia Giménez quien dejó al pobre "Ecce Homo"
como un buñuelo, casi como un ser primitivo o una idea primigenia de lo que hoy
es el ser humano...
Pobre señora, de haber sabido que esa imagen recorrería el mundo en tan poco tiempo y que su popularidad sería tan grande estoy más que segura hubiese abandonado el trabajo; lo que es un error fatal en tan bella obra de arte hoy es la burla y el chiste de Internet; empezando por que ya hay grupos en Facebook que dicen: "Señoras muy fans de la viejecita que restauró el eccemono", páginas web que sugieren dejar así la obra de arte, o simplemente la abundancia de Memes insinuando la falta de habilidad de la adulta de 80 años.
La verdad…
Doña Cecilia tocó fondo y siendo sincera dudo que en lo
que le reste de vida esta mujer vuelva a intentar tocar un pincel para “restaurar”
una pintura, así sea el muñeco de arte country de alguna vecina.
Me gustaría que Doña Cecilia tampoco se resignara a no
volver a intentar pintar o hacer arte, pero tal vez le caería de perlas un
cursito de pintura básica en alguna Academia de barrio o simplemente que
alguien encarecidamente le mandara unos videítos (o si generosamente se arriesgaran
a llevarle la colección completa) de “Aprendiendo a pintar con Bob Ross” para
que la próxima vez que el párroco de la iglesia le diga que si quiere ayudarle
a pintar algo ella no se sienta amedrentada y sepa a sacar adelante así sea un
paisaje… pero en caso de que Doña Cecilia pierda todo interés en esto, espero
que vea el lado bueno de la historia, por lo menos es famosa y lo seguirá
siendo hasta que alguien más pueda superar este tipo de desgracia o
acontecimiento que paralizó al mundo en risas y explosión de creatividad para
hacer bromas sobre la pintura “restaurada”.
Por último me despido dejándoles una confesión: espero
tener algún día una camiseta estampada con la cara del “Ecce homo”
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